martes, 21 de septiembre de 2010

CURSO VIRTUAL EN FAMILIA

Les invitamos a inscribirse al curso virtual para padres y madres. "En Familia: claves para prevenir los problemas de drogas" El curso virtual esta diseñado para fortalecer, sensibilizar y motivar a los padres y madres en el papel preventivo del consumo de drogas en el ámbito familiar. Su carácter interactivo, cuenta con una propuesta didáctica y práctica, facilitando instrumentos que permiten su aplicación inmediata y favorecen el proceso formativo.

Objetivo
Sensibilizar y motivar a los padres y madres para la puesta en marcha de estrategias de prevención del consumo de drogas en el ámbito familiar.

Contenidos
El curso consta de seis módulos que incluyen contenidos teóricos, ilustraciones, audiovisuales y una propuesta de actividades.

Para inscribirse usted puede acceder desde la direccion:

http://www.educared.org/global/actualidad-educativa/colombia

domingo, 29 de agosto de 2010

Senderos en Treatnet II en Cali

Con notable éxito se realizó en Cali el Taller de formación en tratamiento del consumo de drogas, Programa Treatnet II, desde el 24 hasta el 27 de Agosto de 2010. Este evento, auspiciado por la Oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito (UNODC) y por la Secretaría de Salud Pública Municipal, fue impulsado y coordinado por el Dr. Pablo Rodríguez Páez, director del Programa Senderos de la Corporación Caminos de Cali.
Participaron más de 100 profesionales de diferentes áreas, pertenecientes a las instituciones de salud, los Centros de tratamiento de adicciones, las universidades, el ICBF, las Comisarías y diversas ONGs de la ciudad y de algunos municipios vecinos. Ellos recibieron entrenamiento en temas como la detección temprana del consumo de drogas, la orientación y motivación de casos y las estrategias terapéuticas a aplicar.
Este taller hace parte de un gran programa mundial que busca promover el desarrollo de mejores prácticas de tratamiento por consumo de drogas, el cual ha sido diseñado por la UNODC y que ahora llega al Valle del Cauca de la mano de Senderos, programa líder en la ciudad para el tratamiento de las diversas adicciones que aquejan al ser humano.

domingo, 8 de agosto de 2010

PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA FAMILIA

1. La prevención del consumo debe iniciarse desde el momento mismo en que se conforma la familia; es decir que no debe esperarse a que los hijos lleguen a la adolescencia, porque ya será muy tarde y poco efectivo el esfuerzo.

2. Hay actitudes que favorecen llegar al consumo de sustancias psicoactivas: pobre compromiso con las responsabilidades; intolerancia ante los obstáculos y oposiciones; inmediatismo en la consecución de metas; uso de la fuerza y la violencia para resolver los conflictos; pobre capacidad de reflexión y de análisis. Estas actitudes se adquieren en la infancia, desde el momento del nacimiento, a través de la relación del niño con los padres y por imitación de sus conductas.

3. La prevención del consumo de sustancias dentro de la familia debe abarcar dos grandes temas:
1. Todo lo que tiene que ver de forma específica y directa con el consumo de sustancias: educación sobre los efectos y riesgos de usar las diferentes sustancias; preparación para reaccionar apropiadamente a los ofrecimientos o al consumo accidental de estas drogas; dificultar el acceso de los niños y jóvenes a las sustancias.
2. Formación de unos rasgos de carácter y actitudes positivas en el niño, entre los que sobresalen: tolerancia a la frustración, perseverancia en las tareas que emprende, solución de conflictos a través de acuerdos; capacidad para establecer relaciones armónicas con los demás; preocupación simultánea por el bienestar propio y el de los otros; coherencia entre los valores éticos y el comportamiento.

4. La prevención debe tratar de abarcar a todos los miembros de la familia. No son sólo los jóvenes quienes tiene riesgo de llegar al consumo de drogas, desde la infancia hasta la vejez aparecen circunstancias que podrían desencadenar este problema, es decir que también los padres, tíos y abuelos deben revisar sus actitudes en todo lo relacionado con el tema.

5. El alcohol es la sustancia adictiva sobre la que habría que hacer los mayores esfuerzos de prevención. Esta es la sustancia que más se consume en Colombia y la que mayores consecuencias está generando en nuestra sociedad: violencia, enfermedades, accidentes. También sabemos que el alcohol puede ser la puerta para pasar luego a consumir otras sustancias.


6. Entre más tarde en la vida se pruebe por primera vez el alcohol o alguna otra sustancia psicoactiva, menores serán las probabilidades de que se desarrolle una adicción a ellas. Vale la pena esforzarse por retardar lo máximo posible el contacto de los más jóvenes con éstas sustancias.

7. La ausencia de autoridad por parte de los padres es un factor de riesgo para adicciones en los hijos. Es importante que existan normas, pero que estás tengan razones lógicas que las sustenten. Estas razones deben ser dadas a conocer a los hijos, explicándoles el por qué de cada prohibición ó recomendación.


8. Desde edad temprana, los niños deben aprender de sus padres que las decisiones o elecciones que se hacen tiene consecuencias a corto y a largo plazo. Examinar por anticipado las consecuencias ayuda a ser más precavido y exponerse menos a riesgos como los que ofrece el consumo de drogas.

9. Reprender y ayudar a corregir los errores es tarea de los padres hacia los hijos. Es mejor si se involucra a quién cometió la falla en el análisis de lo sucedido, los motivos que tuvo y en decidir acerca de las estrategias para corregir el comportamiento negativo y reparar los daños causados. El consumo de sustancias psicoactivas por parte de menores de edad debe siempre considerarse como un grave error a corregir.


10. Detectar de forma temprana un consumo de sustancias también es prevenir que este pueda adquirir características adictivas. Señales que pueden hacer pensar en consumo son: cambios súbitos de emociones o de comportamiento; aislamiento excesivo; fallas inexplicables en el funcionamiento académico; cambios repentinos en el grupo de amigos que frecuenta; abandono de otras actividades recreativas.

11. Es importante que en caso de aparecer un consumo de drogas, la familia reaccione de forma rápida y efectiva. Con cariño y respeto se debe confrontar al consumidor acerca del consumo y resaltar las consecuencias negativas y los riesgos a que se vería expuesto si lo mantiene. Puede ser mejor asesorarse de un profesional experto en el tema que ayude a evaluar las alternativas de intervención o tratamiento más apropiadas e iniciar cuanto antes el plan elegido.




Pablo Rodríguez Páez
Médico Psiquiatra
Director del Programa Senderos para el tratamiento de conductas adictivas.
www. programasenderos.com

miércoles, 14 de julio de 2010

DÍA INTERNACIONAL DE LA LUCHA CONTRA EL USO INDEBIDO Y EL TRÁFICO ILÍCITO DE DROGAS

A todos los gobiernos de Latinoamérica

Hoy, más que nunca, en el Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de Drogas, los países de toda América sufrimos las consecuencias de un siglo de políticas hacia ellas, cuyos resultados son más que cuestionables, tanto para la salud como para la seguridad pública de nuestras sociedades.

En cuestiones de crimen organizado, los grandes presupuestos destinados a las políticas de drogas aplicadas en toda la región se limitan a la represión, el uso de la fuerza indiscriminado, y en último grado, a fomentar una cultura de violencia que en nada ayuda al desarrollo armonioso de nuestras culturas.

En cuanto al consumo de sustancias, estas políticas, que se han sustentado en una cultura del castigo, la estigmatización y la marginación de los usuarios, atentan contra los derechos humanos de las personas, contra sus libertades fundamentales y, en último grado, también contra su derecho elemental a la salud.

Así, en el nombre de proteger a nuestra población de las drogas, las sociedades latinoamericanas hemos sufrido injerencias inadmisibles en nuestras políticas internas, violencia, discriminación, estigmatización, marginación, crimen organizado, corrupción y violaciones de derechos humanos, especialmente de las personas más jóvenes y desprotegidas, en particular las mujeres.

No se trata de rendirse ante el crimen organizado, ni ante el abuso en el uso de drogas, lícitas o ilícitas, sino ante la evidencia histórica y científica.

Hoy es tiempo de poner un alto. Las organizaciones que suscriben el presente documento pedimos a todos los gobiernos de este hemisferio:

1. El desarrollo de políticas hacia las drogas respetuosas de los derechos humanos; basadas en evidencia científica y en prácticas sujetas a evaluación periódica y constante, y enfocadas primordialmente a la prevención, la reducción de daños y, en su caso, al tratamiento efectivo y humano de las personas con problemas de adicción, y no a la represión.
2. La coordinación regional y hemisférica, entre naciones, gobiernos y sociedad civil, encaminada a fomentar el desarrollo social como la única forma real y efectiva de terminar con las condiciones que hacen posible el abuso de drogas, el crimen y la violencia generalizada que vivimos actualmente.
3. La aplicación de presupuestos equilibrados y suficientes para enfrentar el abuso de drogas desde una perspectiva de prevención, reducción de daños y tratamiento basados en el respeto irrestricto a los derechos humanos de todas las personas: usuarias o no.

Firmas:

• Colectivo por una Política Integral Hacia las Drogas / CuPIHD (México)
• Asociación Intercambios (Argentina)
• Centro Cáritas de Atención a las Farmacodependencias y Situaciones Críticas Asociadas, AC / Cafac (México)
• ENCARE (Uruguay)
• ESPOLEA (México)
• P.I.E. Puente, Investigación y Enlace (Bolivia)
• Fundación El Emilio (Argentina)
• Centro de Formación y Capacitación de la Red Centroamericana de Organizaciones que Intervienen en Situaciones de Sufrimiento Social (RECOISS)
• Fundación Aylén (Argentina)
• Corporación Consentidos (Colombia)
• Centro de Investigación y Atención al Fármacodependiente – CIAF (Colombia)
• Convivencia y Espacio Público AC (México)
• Picas y Platicas AC (México)
• Corporación Centro CITA - Salud Mental (Colombia)
• Grupo de Investigación en Adicciones. Fundación Universitaria Luis Amigo (Colombia)
• Asociación Niños de Papel (Colombia)
• Fundación Red de Jóvenes Unidos de Guachupita (República Dominicana)
• Programa Compañeros A.C. (México)
• Corporación La Caleta (Chile)
• Corporación Caminos (Colombia)
• Corporación Viviendo (Colombia)
• Caleta Sur (Chile)
• Foro Sobre Políticas de Drogas (Argentina)
• Red Chilena de Reducción de Daños (Chile)
• Fundación CITIDAD (Argentina)
• Red Argentina por los Derechos y Asistencia de los Usuarios de Drogas - RADAUD (Argentina)
• Asociación Civil Federico Abuelo (Argentina)
• Corporación Ancora (Chile)
• Asociación Mexicana de Estudios sobre Cannabis (México)
• Psicotropicus (Brasil)
• S.Se.R en el Sur (Argentina)
• Pastoral Social Cáritas La Dorada (Colombia)
• Fundación para el Bienestar y Desarrollo Integral del Ser –FUNDASER (Colombia)

jueves, 1 de julio de 2010

Mitos acerca de los daños por el uso de marihuana

El uso de marihuana se popularizó en Colombia hace alrededor de 50 años. Ese consumo significó en aquellas épocas una oposición a las normas sociales y familiares establecidas, un rechazo a la violencia y a la sociedad de consumo, una posición política libertaria. Resultó así ser un comportamiento que favorecía el afán de búsqueda de identidad e independencia, tan preciado por los jóvenes de cualquier generación.
Al fumar marihuana se consigue alterar las percepciones, disfrutar de una sensación de relajación y calma y distorsionar el sentido del tiempo y del espacio. Otro efecto notable de la marihuana es el incremento de la sugestionabilidad, lo cual significa que las sensaciones que un individuo tiene al consumirla pueden fácilmente ser transmitidas e inducidas al resto del grupo que le acompaña. Por esto es que se prefiere consumirla en compañía de amigos que refuercen las sensaciones agradables de confianza, euforia o calma. También se prefieren los espacios abiertos, al aire libre, apacibles y tranquilos, pues como las percepciones visuales y auditivas están incrementadas y alteradas, la persona logra fácilmente aislarse de las tensiones, molestias y violencia de su realidad cotidiana.
Estos efectos, además del enlentecimiento en las funciones psíquicas, motoras y el lenguaje, han popularizado la idea del consumo de marihuana como algo sumamente placentero y deseable para los seres humanos. A esto debemos sumarle el bajo costo que siempre ha tenido esta sustancia y el fácil acceso a ella que existe en nuestro país.
También son ciertos los efectos benéficos que podrían obtenerse con su uso como co-adyudante en el tratamiento de ciertas enfermedades como el cáncer.
Por todos estos motivos, es que la marihuana ha sido en Colombia y en el mundo una de las sustancias psicoactivas de mayor consumo y como además es una sustancia adictiva, la mayoría de sus usuarios se mantiene en consumo activo durante largos períodos de sus vidas.
Pero no todo es placer y bienestar con el consumo de marihuana. Su consumo a largo plazo implica riesgos para la salud mental y física del consumidor.
Riesgos por el consumo agudo.
Al igual de lo que sucede con el alcohol y todas las otras sustancias psicoactivas, los efectos inmediatos de la marihuana no son iguales para todos los individuos ni en todas las circunstancias.
Con esta sustancia pueden aparecer episodios de severa alteración psíquica tales como crisis de ansiedad y de pánico aún en sujetos que nunca habían sufrido previamente de tales alteraciones. Durante estas crisis son frecuentes los sentimientos de temor a enloquecer, a perder el control sobre sus actos e incluso el temor a morir. Estos temores se manifiestan con gran angustia y otras alteraciones orgánicas asociadas: aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio, sudoración, molestias digestivas, temblor e inquietud.
Otro tipo de reacción aguda más grave, es la aparición de crisis psicóticas. En ellas el sujeto pierde por completo el juicio sobre la realidad, puede presentar ideas absurdas o delirios de diverso tipo, alteraciones en lo que percibe a través de su visión o de su oído, interpretación equivocada de los hechos y comportamiento extraño o incontrolable.
Aunque algunas de estas crisis agudas desaparecen espontáneamente luego de algunas horas o días, con frecuencia se requiere de tratamiento especializado para tranquilizar al sujeto y para evitar que se haga daño a sí mismo o a otros. Desafortunadamente en algunos casos este tipo de alteraciones se convierten en enfermedades mentales permanentes o irreversibles, con grave deterioro de las capacidades intelectuales, laborales y sociales del individuo.
No es posible predecir en qué personas van a aparecer este tipo de trastornos mentales. Las crisis puede disparase independientemente de la cantidad de droga consumida y de la experiencia que se tenga previamente con ella. Es decir, ningún consumidor está exento de llegar a padecerlas en cualquier momento, bien sea esa su primera experiencia con la droga o se trate de un consumidor ya con largos años de uso.
Efectos por consumo crónico.
Cuando el consumo de marihuana se mantiene con frecuencia durante períodos prolongados, pueden aparecer otro tipo de consecuencias en el organismo del consumidor.
El humo del cigarrillo de marihuana tiene riesgos para la salud física similares a los que tiene un cigarrillo común de tabaco. La irritación que causa en todo el sistema respiratorio podría causar enfermedades tales como bronquitis, enfisema, asma e incluso cáncer.
En el funcionamiento intelectual, es notable la alteración que la marihuana causa sobre la memoria, disminuyendo de manera significativa el rendimiento en pruebas que implican alta concentración y aprendizaje. Esta deficiencia puede ser imperceptible en sus comienzos, pero agravarse paulatinamente con el mantenimiento del consumo.
Otro efecto importante es la pérdida progresiva de la motivación. El consumidor va disminuyendo su capacidad de interesarse y de perseverar en proyectos o tareas y va abandonando las actividades que antes podían resultarle importantes o atractivas, para finalmente llegar a lo que se denomina Sindrome amotivacional.
Ya se mencionó que la marihuana es una sustancia adictiva, es decir que tiene capacidad de generar dependencia a ella. Si bien, la suspensión de su consumo no causa graves síntomas de abstinencia como sucede con otras drogas, su consumo a largo plazo si puede llegar a cumplir con todas las características de una adicción: intenso deseo de consumo, búsqueda activa de la sustancia para fumarla, pérdida del control sobre su consumo, abandono de otras actividades o intereses y persistencia en su consumo a pesar de la evidencia de efectos perjudiciales para el sujeto. La marihuana, al igual que las demás sustancias psicoactivas, produce alteraciones en los centros cerebrales responsables de la adicción a nivel fisiológico.
Los mitos
Muchos consumidores de marihuana, quisieran creer que el fumar marihuana es un asunto por completo placentero, que no implica riesgos ni trae consecuencias a corto o a largo plazo. Intentan justificar su consumo y librarse de los sentimientos de temor y culpa que pudieran surgir; niegan las evidencias acerca de los posibles daños que para la salud física y mental pueden derivarse de su consumo y han acuñado frases impactantes que utilizan para justificar el mantenimiento de su uso.
Tres de estas conocidas frases son: “la marihuana es natural, surge dela tierra, por consiguiente no puede hacer daño”; “la marihuana no tiene químicos, el cuerpo la asimila bien”; “la marihuana, a diferencia de otras drogas, no causa dependencia”.
Ya discutimos lo referente a la dependencia o adicción. Hay que tener claridad en que no todos los consumidores llegan a esta fase del proceso adictivo, pero debemos tener presente que una vez que se inicia el consumo, queda abierta la posibilidad de que se desarrolle la dependencia.
El que sea un producto agrícola, no lo hace a este inofensivo; los productos agrícolas pueden ser benéficos o perjudiciales de acuerdo a múltiples circunstancias. La principal de estas variables es la forma en que el sujeto la use, pero también hay que tener en cuenta asuntos como las condiciones y los productos que se empleen para su cultivo, la forma de almacenamiento que tenga, el empaque en el que se coloque, la manipulación que el cultivador y los distribuidores hagan de ella. Tenemos numerosos casos como ejemplo en el que un producto agrícola tan inofensiva como una lechuga puede llegar a convertirse en un agente dañino del organismo de quién la consume, debido a las contaminaciones a que puede verse expuesta desde cuando es sembrada hasta cuando es finalmente consumida. Es fácil imaginar el escaso cuidado que los cultivadores y los comerciantes de marihuana tienen con la manipulación de la sustancia antes de llegar al consumidor, por lo que las probabilidades de contaminación son muy altas.
También debe recordarse que la madre tierra puede proporcionarnos alimentos o productos que nos benefician y otros que pueden dañarnos o matarnos. Hay múltiples productos que brotan naturalmente de la tierra y que son letales pata los animales o los humanos que los consumen. Como ejemplo encontramos numerosas variedades de setas u hongos, ciertas flores y raíces. La naturaleza brinda alimentos benéficos y brinda también sustancias potencial o francamente venenosas.
Con respecto a estar libre de químicos, es una ingenua suposición que fácilmente se desvirtúa si observamos lo que sucede en cualquier huerto artesanal o cultivo tecnificado: el elevado uso de abonos para mejorar la productividad, el frecuente uso de pesticidas para evitar o controlar las infecciones de las plantas; la manipulación genética en búsqueda de productos más rentables y , en Colombia, debemos añadir la posibilidad de que las plantas hayan recibido algunas dosis de los químicos tóxicos usados para la erradicación de cultivos ilícitos que hace el gobierno nacional. Definitivamente es muy alta la probabilidad de estar ingiriendo infinidad de sustancias químicas tóxicas al aspirar un cigarrillo de marihuana.
En conclusión, el consumo de marihuana puede ser una importante fuente de gratificación o placer y es posible que no implique daños para algunos de sus consumidores, pero no se pueden negar las probabilidades de que al usarla se llegue a sufrir alteraciones graves en la salud física y mental. Mirar con realismo y pragmatismo estos hechos, nos evitará llevarnos sorpresas desagradables e incluso llegar a poner en riesgo innecesariamente nuestra vida.

Mayor información en: http://www.drugabuse.gov/NIDAEspanol.html


Cali, 4 de febrero de 2010

Pablo Rodríguez Páez
Médico Psiquiatra
Director del Programa Senderos – Corporación Caminos. Cali

sábado, 19 de junio de 2010

FILOSOFÍA SENDEROS



En Senderos entendemos la adicción como una enfermedad que altera las condiciones físicas, mentales, familiares y sociales del individuo.

Puede volverse crónica por las frecuentes recaidas, con un deterioro progresivo de las condiciones de la persona. Es por esto que se requiere de una intervención oportuna y adecuada según el momento de evolución de la enfermedad, que incluya la recuperación de todas las áreas vitales afectadas por este problema.

Visita www.programasenderos.com